¿Qué es y cómo se realiza la construcción sostenible?
Todos debemos contribuir a mejorar el mundo en el que vivimos y a dejar a las futuras generaciones un planeta mucho más sostenible. En todos y cada uno de los sectores en los que trabajamos, debemos crear un espacio más respetuoso con el medio ambiente usando materiales y técnicas que ayuden a reducir nuestra huella de carbono. ¿Conoces qué es y cómo llevar a cabo una construcción sostenible?
Seguramente sabes que sectores como el de alimentación, la moda, la cosmética e incluso el tecnológico aplican desde hace tiempo herramientas encaminadas a llevar a cabo productos más sostenibles y respetuosos con el planeta. Desde los materiales que utilizan para fabricar el producto final hasta incluso todo un proceso capaz de ahorrar en cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero.
También el sector de la construcción ha puesto desde hace tiempo su granito de arena para defender un concepto que a día de hoy cobra una especial relevancia: el de la construcción sostenible.
Las bases de la construcción sostenible
Cuando hablamos de construcción sostenible hacemos referencia a una mejora destacada tanto en la calidad como en la eficacia de las construcciones que se llevan a cabo. ¿Qué quiere decir esto? Que construimos todo tipo de inmuebles (desde edificios, hasta casas, fábricas o naves) siempre pensando en que estos estén mucho más comprometidos con el planeta y el medio en el que residen.
Una eficacia entendida ya no solo desde el punto de vista de los materiales y procesos menos contaminantes de los que hablábamos antes, si no también en inmuebles y edificios inteligentes, capaces de ser más autosuficientes, utilizar menos energía y contaminar menos durante su larga vida. La construcción sostenible crea edificios comprometidos con el mundo. Una tendencia, afortunadamente, cada vez más imperante el sector.
Un edificio diseñado y construido de una manera sostenible tiene como objetivo reducir al mínimo el uso de agua, materias primas, energía, suelo… En realidad, estamos hablando de edificios con “muy bajo consumo” donde la energía consumida para producir y transportar los materiales empleados en la construcción y la demolición es mucho menor. A la vez que son edificios dónde a su vez necesitan contaminar mucho menos para poder funcionar.
También la construcción sostenible hecha mano de productos menos contaminantes que los que se utilizaban hasta no hace mucho para levantar las diferentes edificaciones. Hablamos de madera, corcho aglomerado, barro cocido, fibras de celulosa de papel reciclado, pintura natural fabricada en base a aceites vegetales o polipropileno, polibutileno y polietileno.
En este último caso no se utilizan tubos de PVC que incorporan elementos biocidas que desprenden partículas nocivas para la salud. Sino, polipropileno, polibutileno y polietileno que son materias termoplásticas que se pueden utilizar para los sistemas de calefacción, conductos de agua y drenajes. Su principal ventaja es que no contienen cloro en su composición, es decir, no son tóxicos además son químicamente inertes, esterilizables y reciclables.
¿Sabías que en el campo de la edificación se estima que entre el 40% y el 50% de las emisiones de CO2 emitidas a la atmósfera tienen su origen en la propia construcción y uso posterior en los edificios? Por ello, la construcción sostenible es más que nunca una construcción imprescindible.