Cómo es un proceso de asfaltado de calles y caminos
El proceso de asfaltado de calles y caminos es una técnica que se ha industrializado para proporcionar pavimentos mucho más duraderos en el tiempo, además de ofrecer estabilidad y seguridad tanto para vehículos como para peatones. La creación de estas estructuras se debe hacer con ciertos equipos y materiales que garanticen un resultado óptimo, sujeto a las normativas de calles y caminos, así como a las legislaciones de cada localidad.
El proceso de asfaltado de calles y caminos se inicia muchos antes de que el material llegue a su destino final. El punto de partida se ubica en los tratamientos que recibe el petróleo crudo que, a través de un proceso de destilación, da como resultado el asfalto. En el proceso de asfaltado de calles y caminos también intervienen otros materiales, además del asfalto, como son la losa, piedra, ladrillos e incluso azulejos.
Durante el proceso de asfaltado de calles y caminos, el elemento que predomina es el asfalto, debido a que su composición le da ese acabado único que deben tener las vías de comunicación terrestre. Esta sustancia es naturalmente espesa, totalmente impermeable y de color negro absoluto. Para que este componente pueda ser utilizado, pasa por diferentes procesos hasta llegar al estado de cemento asfáltico, la mezcla final que se utiliza para pavimentar carreteras y avenidas, así como pistas de aeropuertos y estacionamientos.
El resultado final del proceso de asfaltado de calles y caminos puede variar dependiendo del resto de materiales que sean utilizados en la mezcla final. Entre los más comunes se encuentra el hormigón, la arena natural y la grava triturada. Estos componentes tienen la finalidad de aportarle al producto final mucha más resistencia para que su acabado sea duradero en el tiempo, así como mucha más flexibilidad, para poder trabajar el material antes de su proceso final.
¿Cómo se inicia el proceso de asfaltado de calles y caminos?
El primer paso para lograr el asfaltado de calles y caminos es poder manipular la mezcla de hormigón caliente, la cual solo se podrá obtener a través del calentamiento del aglutinante asfáltico, esto dará como resultado una disminución de la viscosidad, permitiendo mezclar el material con el agregado de áridos. El siguiente paso es llevar la mezcla a 150 °C específicamente para el asfalto puro, mientras que deberá subir un poco más, para alcanzar los 160 °C, en el caso de que el asfalto está combinado con polímeros.
Una vez alcanzados estos grados de calor, el siguiente paso para conseguir el asfaltado de calles y caminos será la extensión del material con la ayuda de maquinaria especializada. Seguidamente se debe realizar el compactado con el material aún caliente. En países con temporadas de invierno, estos trabajos se realizarán en otra época del año, para evitar el choque térmico de la base fría con el material caliente.
Impermeabilización con asfaltado
Si bien, de manera tradicional, el proceso de asfaltado de calles y caminos se inicia calentando el material, para su extensión y compactación con maquinaria. Un proceso similar se realiza para otros usos donde el asfalto brinda excelentes beneficios como es el caso del hormigón asfáltico mástico, que permite extender una capa asfáltica, donde se calienta el material para luego provocar su oxidación con un mezclador.
Este proceso debe incluir el licuado del material para finalmente agregar el componente árido y luego reposar entre 6 y 8 horas para su uso final. Esta técnica es ideal para lograr la impermeabilización de techos, con una capa fina de 2 o 3 centímetros iniciales, que serán llevados a 1 centímetro final con maquinaria de compactación. Un proceso doméstico que, a diferencia del asfaltado de calles y caminos, suele tener mayor durabilidad, ya que no será sometido al peso y tráfico de vehículos.